Melbourne y Tasmania
Superado el mal trago de la visa australiana, nos despedimos de Asia comiendo los deliciosos platos tailandeses con nuestros amigos Carolina y Herve.
El vuelo con destino a Melbourne, tardó poco mas de ocho horas desde Kuala Lumpur, las cuales las pasé viendo películas de Bollywood y escuchando música, así que se me pasaron volando, mucho mas pesadas fueron las dos horas de autobús desde el aeropuerto a la casa de nuestra amiga María.
Por primera vez en seis meses, dormimos más de tres noches seguidas en un mismo sitio, lavamos la ropa en lavadora, además de tener espacio en un armario y cajones, para sentirnos como en casa. María es una excelente anfitriona y cocinera; nos deleito con el plato mas deseado por nosotros, los sabrosos filetes de carne, tanto de ternera como de canguro y cordero.
Durante los primeros días, visitamos parques y jardines de la ciudad y alrededores, pero el que más me llamó la atención fue uno que se encuentra muy cerca de casa, fuimos para caminar alrededor del lago, y cual fue mi sorpresa que nada mas entrar, había una señal de precaución por serpientes, así que la caminata se convirtió por momentos en un dolor de estómago de pura tensión, afortunadamente no vimos ninguna.
No podíamos dejar de visitar Tasmania, así que volamos a Hobart y nos hospedamos en la casa de una pareja australiana encantadora, Marion y Murray, quienes fueron nuestros guías y consejeros para poder disfrutar mas de la isla. Su cálida bienvenida, nos hizo sentir cómodos en todo momento, compartieron con nosotros, su hermosa casa y la deliciosa comida.
Tasmania es pura naturaleza, parques nacionales, bosques y playas; la forma más fácil de recorrerla y disfrutarla es en autocaravana, ya que te puedes aparcar en muchos sitios en medio de hermosos paisajes sin ser molestado, y recorrerte hasta el rincón menos conocido. Nosotros alquilamos una, que hizo de transporte y casa a la vez durante una semana.
El primer día que manejamos por la isla, estábamos un poco nerviosos, ya que no conducíamos un carro desde que salimos de España, mucho menos por la izquierda; además de las advertencias que nos habían dado con respecto a los animales salvajes. Las carreteras están llenas de pequeños cuerpecitos muertos de todo tipo de animalitos, es realmente impresionante, pero afortunadamente nosotros no tuvimos ninguna experiencia desagradable.
Durante los primeros días el tiempo que nos acompañó fue buenísimo, días soleados, idóneos para andar entre cascadas y lagos. Hay caminatas tan largas o tan cortas como te apetezcan hacer. La mas larga a la que nos atrevimos, fue una de poco mas de cinco horas, por el parque Nacional del Lago Sant Clair y la Montaña Craddle; ese día hacía mucho calor, pero lo olvidas a medida que vas andando, ya que el paisaje es precioso, no por nada esta considerado uno de los lugares mas escénicos de la isla.
Antes de dirigirnos al este de la isla, parqueamos en un lugar para autocaravanas para pasar la noche; el sitio tenía muy buenos servicios gratis, pero lo mejor, es que en el lago del parqueadero viven un par de ornitorrincos, que son más fáciles de ver justo al amanecer, así que madrugamos y tuvimos la enorme suerte de ver esas extrañas criaturitas.
Las playas de la parte este de la isla, son espectaculares, kilómetros y kilómetros de arena blanquísima, rocas de colores naranjas y amarillas, gracias a los líquenes que descansan sobre ellas y rodeadas por bosques, las hacen únicas. No tuvimos suerte con el clima; el viento, la lluvia y los nubarrones, fueron constantes durante los días que recorrimos la zona.
Indudablemente, el mayor atractivo para mi de esta parte del mundo, son los animales, por un lado los conocidos canguros, koalas y ornitorrincos, mientras los mas desconocidos como los equidnas, wombats, possums e infinidad de marsupiales. En Tasmania los mas comunes son los wallabies, que son canguros pero de mucho menor tamaño. Acercarse a ellos es muy sencillo, no sienten temor por los humanos y nos huelen con curiosidad.
Es muy agradable poder viajar por un país donde la naturaleza es el tesoro mas preciado, manteniéndolo lo mas salvaje y virgen posible. Pero también hay que añadir los inconvenientes con los que nos hemos encontrado, como el poco y carísimo acceso a Internet por ser extranjeros y las dificultades para cargar las baterías de las cámaras; pero todo eso hace parte del viaje, hemos aprendido a viajar y vivir en autocaravana, ya que el siguiente paso, no serán siete días conduciendo, si no poco mas de tres semanas.
Hola Nacho y Adriana,
Enhorabuena por vuestros 200 días de viaje.
Esperamos vuestras interesantes crónicas.
Un abrazo
Pablo