19 julio, 2004
Tras muchos esfuerzos por fin me embarcaba en el barco que me llevaría a América. Había conseguido encontrar un carguero que aceptaba pasaje y podría continuar la ruta sin coger el avión. El ritmo frenético del puerto, con los camiones, los containeres que vuelan, y el golpear de metales, cesó, y empezamos las maniobras para […]