14 octubre, 2012
Entré a Ecuador engañado y con sueño. Habíamos pagado más de lo que pedían en otros sitios porque habían jurado que iba a ser un bus cama nocturno con baño, directo a Cuenca. Al final resultó lo que el resto de agencias nos avisaban: dos buses, uno para cada país. Ni baño, ni cama. Y […]