La llanura camboyana, de un verde intenso, seguía perdiéndose en el horizonte, remarcada por unas nubes negras que hacían aún más intensos los colores a la puesta del sol. Seguía igual y no parecía que hubieran pasado ocho años. Lo que sí había cambiado era la carretera.
20 diciembre, 2011
Las guerras, además de acabar siempre con millones vidas y destruir hermosos países, dejan secuelas en las población, que las ha vivido en primera persona, huellas, que en la mayoría de ocasiones son difíciles de borrar.
16 noviembre, 2003
Siem Reap es una isla irreal en Camboya. Es una ciudad que ha crecido alrededor del turismo que llega en avión para visitar Angkor, y que ofrece un buen descanso para los que llegamos por las insufribles carreteras. La casa de huéspedes donde nos alojábamos tenía un suelo elevado de bambú a la entrada, techado […]